Queridas y queridos:
Ojalá el año os pruebe bien y estéis engrasando el mecanismo para volver a las obligaciones intelectuales... Yo estoy en ello. Esta mañana, y pensando en vosotros, he visitado la exposición sobre Quim Monzó en el Centre Arts Santa Mònica. Es curioso en ella apreciar cómo la literatura metaboliza las neuras y las patologías personales y las convierte en algo útil para la humanidad (o al menos para otros pirad@s, entre los que me cuento).
Al final de la exposición, una pantalla repite continuamente el discurso que Quim Monzó pronunció en la Feria del Libro de Frankfurt en 2007, cuando la edición de la feria anual se dedicó a la cultura catalana. Aquí podréis encontrar sus palabras (13 minutos, pero con lo que sabéis ahora de retórica, vale la pena escucharlo con atención y dando gracias al bilingüismo y la biculturalidad de los que disfrutáis).
Además, como todos los domingos (hasta que el ¿matrimonio? entre Tele 5 y el grupo PRISA me quite ese placer) he encontrado algo interesante en el diario EL PAÍS. Lo que más me ha gustado es una serie de testimonios de gente que ha pasado por experiencias muy difíciles y que ha descubierto (¡bendit@s ell@s!) que vale la pena vivir cada minuto de la existencia. No sé si os puedo enlazar con ese artículo, pero lo intentaré. Además, un artículo de Gustavo Martín Garzo me ha maravillado, pero como se titula "Noche de Reyes" os lo "regalaré" dentro de un par de días. Lo que sí os hago llegar hoy es un artículo de opinión firmado por José Antonio Millán, y titulado "Ante la gramática", que comenta la reciente aparición de los dos primeros tomos de la Nueva Gramática de la Lengua Española. Si aspiráis a presentaros a Selectividad algún día, deberíais leerlo. ¡Que aproveche!
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