lunes, 26 de julio de 2010

Nociones de sociolingüística


NOCIONES ELEMENTALES DE SOCIOLINGÜÍSTICA

El hablante emplea diversidad de registros, según la situación y su interlocutor: registro oral y escrito , coloquial, familiar, formal, profesional, amoroso, político,… Las clases sociales, además, usan la lengua de manera distinta según el estrato al que pertenezcan (influyen el grado de instrucción y la estima que se tenga por el lenguaje); luego puede hablarse de estratificación del uso lingüístico: los diferentes estratos poseen distinto nivel sociocultural. El más elevado (= formal) posee más recursos léxicos y gramaticales que el vulgar. El primero posee un código elaborado. El código restringido, en cambio, tiene unos recursos lingüísticos que lo empobrecen:

· Escasez de vocabulario, poco empleo de sinónimos.

· Limitación de adjetivos y de adverbios.

· Oraciones cortas, simples, pobres.

· Reiteración de conjunciones y locuciones conjuntivas (o sea, entonces, pues,…).

· Desorden del contenido.

· Uso de impersonales (“uno”, “se” …)

· Afirmaciones, negaciones y mandatos categóricos (siempre, nunca, todos,…)

· Pudor ante afirmaciones futuras (utilizar el condicional en vez del futuro, p.ej.).

· Apelación al consenso del interlocutor.

· Utilización de refranes.

· Interjecciones

· Resistencia a la expresión personal, diferenciada.

Se desprende, pues, que el código restringido es pobre, rutinario, impersonal, uniformizador y simplificador. Es importante señalar que el código reducido depende de la cultura, y no del dinero. Sería deseable extender el código elaborado a toda la sociedad.

*Registro- modalidad expresiva adaptada a una situación. Persona instruida es la que cambia de registro con facilidad.

Registro idiomático juvenil- constatable en el saludo, en la despedida, en el tratamiento, en la expresión amorosa, en la calificación de estima y desestima,…). Los no instruidos buscan fundirse en una personalidad colectiva con la utilización frecuente de un código restringido del lenguaje vulgar (“macho”, “jo”, “molar”, “tía”, “montárselo”, “rallar”).

Lenguaje proverbial- propio del código restringido del leguaje vulgar. Evita el esfuerzo de crear oraciones, pero generaliza. Se asocia con comparaciones tópicas y fórmulas rimadas. Sus rasgos: brevedad, ritmo marcado, inclusión de arcaísmos, regionalismos, frases hechas, etc.

Para observar los rasgos de oralidad, se pueden rastrear las siguientes características:

· Vocabulario corriente o especialmente rebuscado.

· Palabras comodín y muletillas.

· Expresiones afectivas: apelativos cariñosos, aumentativos y diminutivos.

· Frases hechas.

· Metáforas populares.

· Repeticiones expresivas.

· Oraciones incompletas.

· Apelaciones al interlocutor: vocativos e imperativos.

· Frases exclamativas e interrogativas.

· Afirmaciones, negaciones y mandatos categóricos.

EJERCICIOS

1. Di las situaciones en las que podemos encontrar las siguientes expresiones:

Estimado señor: …

Estás muy chungo, colega.

Me importa un bledo lo que piense.

No me vaciles, tío.

El problema orográfico de Castilla y León repercute en la…

¿Me pasas el agua, cariño?

Ponme un tinto de Rivera, por favor.

El sector de la hostelería de la provincia…

¿Por favor, podría usted hablarme de los Cantares de Gesta?

Póngase usted los supositorios y se encontrará mejor, ya verá.

2. Escribe el contexto que evoca cada uno de estos enunciados: contexto, relación entre participantes, adecuación:

-Hace mucha corriente aquí ¿eh? -¿Te vas?

-¿Puedes cerrar la puerta? – Cierra.

-¿Podrías cerrar la puerta? -¿Te importaría cerrar la puerta?

-Hace frío, ¿no? – Oye, cierra la puerta.

-Por favor, ¿sería tan amable de cerrar la puerta? – La puerta, ¡ciérrala de una vez!

-¿Quieres cerrar la puerta? -¿Cerrarás la puerta?

-¡Cierra la puerta, joder! -¿Y si esa puerta estuviese cerrada?

-¿Queréis hacer el favor de cerrar esa puerta? -¿Has nacido en un circo?

-¿Es que no habéis visto el cartel o qué? -¿Sois de Madrid?

-Te has dejado la puerta abierta. – Cierre despacio.

-¿Cierras la puerta? – Se va a escapar el gato.

-¿Esperas a alguien? -¡Sa puerta!

3. Reflexiona sobre las causas que nos llevan a cambiar el modo de hablar. Fíjate en los cambios que se producen según la voz y la sintaxis del enunciado:

-Quiero que saques la basura

-¿Puedes sacar la basura?

-¿Harás el favor de sacar la basura?

-Algún día podrías sacar la basura, digo…

-Sacarás la basura ¿no?

-¿No te parece que ya va siendo hora de sacar la basura?

-¡Oye, la basura va a criar….!

-¡Te he dicho que saques la basura, coño!

-Si no me equivoco, hoy te toca a ti sacar la basura, ¿no?

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